martes, 8 de agosto de 2017

Río Verde 6/8/2017

Regresamos a Río Verdeeeee. En esta ocasión el grupo estaba formado por Silvia, Mónica, Sebas (Nerja), Rafa, Luisa, Karen y yo.

Tras quedar en Otívar a las 8:30, procedimos a dar cuenta de un suculento desayuno para acumular energía para la subida.
Acomodados en dos vehículos, tras dejarlos en la parte inferior del barranco, previo pago del "peaje", iniciamos el ascenso. Pese a las muchas voces que nos decían: "Estáis locos", "Os vais a asaaar",..., lo cierto es que estábamos subiendo poco antes de las 10:00 y para la mayoría aquello fue un paseo sin mayores complicaciones. Mojándose un poco (o enteros, como Sebas, que parece tener anulados los sensores de frío) la subida fue la más cómoda que he hecho hasta el momento (y van tres en poco tiempo): a buen paso (ni muy rápidos ni muy lentos) y con una temperatura agradable sólo empezamos a notar el calor a mitad del "falso llano", ya casi a punto de iniciar el descenso hacia la cabecera.

Subiendo hacia la cabecera. El sendero es algo empinado, pero precioso

En la cabecera, vistiéndose, había al menos dos grupos de "empresa", más otro que llegó tras nosotros pero se preparó con más velocidad. De nuevo las voces agoreras que pronosticaban que aquello sería un infierno por estar plagado de gente... erraron. Como casi toda la progresión la hicimos saltando (creo que se montaron tres rápeles), y lo mismo las empresas, los dos únicos cuellos de botella fueron la "Y" y la primera cueva. En la "Y" tuvimos que esperar una media hora, y en la primera cueva apenas 10 minutos. Y ya está. No hubo mayor atasco o interrupción.
 
Silvia montando el primer rápel

Mónica y Luisa

¡A rapelaaaar! En total son 4 rápeles. Y para algunos todos se saltan...

Karen, te toca

Tras algún olvido fruto del intercambio de trastos entre los coches, luego la progresión fue sumamente divertida. El agua estaba "de lujo", a una temperatura perfecta (para llevar un neopreno de 2 ó 3 milímetros). Y ver montar a Rafa la desviadora recuperable fue fascinante, aunque creo que no sería capaz de reproducir esa instalación . Lo peor es que no tuve la cautela de hacer una foto o un vídeo . En otra ocasión le pediré que me explique cómo montarla, porque aquello era una obra de arte .
 
Precioso salto de agua


Mónica y Karen

La temperatura del agua fue genial... pero para llevar neopreno de 3 mm como mínimo

La "Y" por la izquierda y con la cuerda corta... ¡Genial!

Un rincón que me enseñó Silvia y que pasa desapercibido porque lo dejas a tu espalda

Aquí los abejorros están "pollúos" 😯

Salto o tobogán, al gusto de cada cual

Las empresas apenas nos demoraron. Eran muy eficientes gestionando sus "clientes"


Allí todo el mundo disfrutó de lo lindo: los de las empresas ejecutando saltos de 12 y 14 metros, los demás saltando a menores cotas, y con los rápeles, y con los baños en las pozas... Un día perfecto.

El último rápel, la cueva grande, esta vez lo hicimos por la izquierda, por estar ocupada la línea de la derecha, y es raro de narices. Salvo Rafa todos tuvimos allí algún percance divertido .

¡A saltaaaar!




El rápel final por la izquierda. Cuidado que la base es de piedra, no una poza, y penduleas y no se ve nada al bajar


Rafa, el único que en el rápel ni se golpeó ni se atascó ni na de na... 😄

 

Al terminar, a muy buena hora (apenas una hora de ascenso y cuatro de progresión), nos dimos un homenaje con un picnic allí mismo. El posterior "cafelito" en El Capricho y el intercambio de anécdotas terminaron de rematar el día.
¡Objetivo cumplido! 
 
Ya sabéis que como alternativa a la subida hay una persona que os lleva en una especie de remolque para coger fruta al "módico" precio de 80 euracos  más el peaje (os dejo una foto de un grupo subido en ella). El teléfono de la persona que conduce la camioneta es 607 647 507. Creo que se apellida Marino y hay que avisarle unos días antes. Te lleva desde el peaje hasta muy cerca de la cabecera (me han comentado los compañeros que a unos 500 metros) y te recoge a la hora acordada en la salida del barranco, llevándote de vuelta hasta el peaje. Eso sí, no es una furgoneta moderna con asientos de cuero y aire acondicionado. Yo prefiero caminar, que encima es saludable y gratis 😏

El "taxi", para los/las comodones


 También hay una posible combinación de coches. Cada uno que elija lo que más le convenga o apetezca; yo tengo claro que voy a seguir subiendo caminando. Como me decía el otro día Paco Doña: "CAMINAR ES VIDA, Y ESTE PAISAJE ES UN LUJO". 



¡A por el siguiente!

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