jueves, 22 de febrero de 2018

Taller de Instalación en Espeleódromo

MEMORIA



1. OBJETIVOS:

La práctica espeleológica, en sus dimensiones científica, deportiva y lúdica, es una actividad de muy alto riesgo. A los peligros inherentes a cualquier actividad en el medio natural hay que sumar los relativos a la progresión por cuerda y aquellos relacionados con el medio hostil en el que se realiza: espacios cerrados, totalmente oscuros, con abundantes estrecheces, caos de bloques, caídas de piedras, atmósfera enrarecida o pobre en oxígeno, contrastes térmicos, geología… Cualquier incidente en una cavidad se agrava por las características indicadas y por la, en ocasiones, extrema dificultad para acceder hasta la persona o personas accidentadas, llegando un accidente leve a requerir un rescate profesional por un equipo de decenas de personas, y que puede prolongarse durante muchas horas.

Sin embargo, la tasa de accidentes espeleológicos es mínima, debido a varias circunstancias, entre otras:
  • Formación espeleológica, fundamental para automatizar el posterior comportamiento en la cavidad, mediante el entrenamiento en espeleódromo de todas las técnicas básicas de progresión, y mediante la simulación de sucesos y cómo solventarlos, incluyendo el autosocorro, en un entorno controlado y de riesgo mínimo.
  • Tecnificación por parte de quienes adquirirán el rol de guía/instalador de la cavidad, de nuevo con la práctica en espeleódromos de las técnicas de instalación, y con la formación teórica relativa a los dos grandes enemigos del espeleólogo: el factor de caída (que llega a determinar cuándo hay un alto riesgo de ruptura de una cuerda o de sobre esfuerzo de un anclaje) y el roce.
  • Entrenamiento para una condición física óptima, una vez más acudiendo periódicamente a un espeleódromo a entrenar la progresión por las cuerdas.
  • Mentalidad de grupo, fundamental para aumentar la seguridad y el confort de todos los que progresen luego por una cavidad. A diferencia de otras disciplinas deportivas, el “ego” no tiene cabida en un grupo espeleológico. El grupo forma un equipo compacto en el que todo integrante cuida de sus compañeros/as, en especial, durante la progresión por cuerda, de quien le precede y le sucede durante la visita, manteniéndose un orden fijo que no se altera durante el descenso o ascenso, cuestión vital por la falta de visibilidad y la escasa distancia en la que las palabras son comprensibles, o incluso audibles. De nuevo el entrenamiento previo, mediante la simple observación del comportamiento, ayuda a localizar y desactivar a aquellas personas con una mentalidad más egoísta, de modo que puedan ser excluidas del grupo, por el enorme riesgo que supone no estar pendiente de los compañeros, o situadas en un lugar en el que no puedan amenazar la seguridad de la visita a la cavidad.


Con este taller se ha tratado de complementar el taller de iniciación que ofreció el Grupo de Montaña de Málaga hace unas semanas a los socios que querían iniciarse en esta actividad. Los objetivos buscados eran, fundamentalmente, los siguientes:
  • Dotar a los/as participantes de los conocimientos teóricos precisos para comprender la dinámica relacionada con la instalación de cuerdas para la progresión segura.
  • Iniciarles en la práctica de las técnicas de instalación orientadas a un espeleódromo, con el fin de que ganen confianza en sí mismos y se animen a montar de forma segura circuitos deportivos que les permitan entrenar todas las técnicas básicas que luego podrán utilizar en las cavidades, así como mejorar su condición física de cara a afrontar retos cada vez más exigentes.
  • Servir como introducción a la instalación en cavidades reales, reduciendo la curva de aprendizaje requerida al dominar, si ponen en práctica lo aprendido, las técnicas básicas, los nudos y la visión crítica de las instalaciones que hayan realizado. La instalación en cavidades es mucho más exigente, técnica y peligrosa que en espeleódromo, por lo que el entrenamiento previo reduce la dificultad de su aprendizaje.
  • Detectar y tratar de corregir “vicios” que pueden venir originados de otras prácticas deportivas, como la instalación en barrancos, y que reducen la seguridad en la progresión.
  • Animar y ayudar a descubrir el maravilloso mundo de la espeleología, desmitificando parcialmente la supuesta dificultad para disfrutar de este maravilloso deporte.

2. TEMPORIZACIÓN, ASISTENCIA Y AGRADECIMIENTOS:

El taller se ha impartido durante los días 16, 19 y 20 de febrero de 2018, en horario de tarde, de 17:00 a 22:00, y el día 17 de febrero de 2018, en horario de mañana, de 9:00 a 14:00, en las magníficas instalaciones que el Área de Deportes del Excelentísimo Ayuntamiento de Cártama ha puesto a disposición de los espeleólogos de forma gratuita: el espeleódromo de la Ciudad Deportiva de Cártama.

 Hemos de mostrar nuestro enorme agradecimiento por el uso libre de estas instalaciones, que permiten mejorar tremendamente la seguridad en nuestras futuras visitas a cavidades, e impartir talleres de iniciación y tecnificación espeleológica.

Agradecemos también la disposición del Área de Deportes a ayudarnos con este taller, y la sala cedida durante las horas teóricas, que nos ha permitido impartirlo de forma confortable y en un ambiente carente de ruidos y distracciones.


La distribución del taller ha sido de un 50% de formación teórica y teórica/práctica, y otro 50% de formación práctica. En total han acudido al taller 25 alumnos/as y 1 oyente, con una distribución por géneros de 13 hombres y 13 mujeres, dato nada sorprendente porque la práctica espeleológica goza de muy buena salud en cuanto a igualdad de género, dado que el supuesto mayor vigor masculino se compensa perfectamente con la técnica depurada y la (de nuevo supuesta) mayor agilidad femenina, de modo que a excepción del porteo de pesadas sacas no hay distinción alguna entre hombres y mujeres dentro de las cavidades, de modo similar a como sucede en la escalada o el descenso de barrancos. Como dato relevante para medir el interés en este tipo de formación, sólo una persona de las inscritas no acudió, y fue por un ingreso hospitalario. Para ser un taller gratuito creo que se puede estimar que ha sido todo un éxito en cuanto a participación. Si se han cumplido o no los objetivos buscados lo determinarán los propios asistentes, si su técnica ha mejorado y se ha logrado despertar el “gusanillo” de la instalación.

3. DESARROLLO DEL TALLER:

El tiempo se ha distribuido de la siguiente forma:
  • Dos horas y media de teoría y formación teórico/práctica, explicando:
    • Qué son el factor de caída y la fuerza de choque, cómo afectan a la instalación y a la progresión y como minimizar su impacto.
    • Cuáles son los principales nudos, cómo se elaboran y para qué se utilizan, con especial hincapié a las diferentes cabeceras y a los riesgos al instalar fraccionamientos y péndulos en zonas expuestas o cercanas al suelo.
    • Las responsabilidades civiles y penales derivadas de la convocatoria, guiado e instalación en una cavidad.
    • La progresión completa al hacer una instalación y la forma segura de desinstalar en cavidad y en espeleódromo, desde la elaboración del imprescindible nudo de final de cuerda hasta la desinstalación del circuito montado.
    • La necesidad de abordar toda instalación siempre en parejas, de modo que cualquier olvido o deficiencia sea advertido y reparado, consensuando siempre con el instalador, por el “segundo”.
  • Dos horas y media de prácticas en el espeleódromo, en las que los/as asistentes han tenido que montar al menos una cabecera y uno o más fraccionamientos, siendo revisada dicha instalación por el “segundo”, que luego la ha desinstalado, cambiándose entonces los roles para que ambos/as participantes pudieran instalar y desinstalar. Debido al nivel de progresión algo bajo de algunos/as participantes habría sido deseable prolongar la duración de esas prácticas, pero el cansancio hace mella cuando uno está colgado de las cuerdas y con la tensión provocada por la inseguridad en lo que se está haciendo, por lo que esas personas podrán practicar otros días asistidos por sus compañeros/as.

4. VALORACIÓN:


 

Como instructor de este taller estoy bastante satisfecho con su desarrollo y creo que los objetivos iniciales han sido ampliamente superados. Ha sido una satisfacción impartir la parte teórica comprobando que la inmensa mayoría de los/as asistentes prestaban atención todo el tiempo, pese a la aridez de algunas de las explicaciones, y más aún ver el entusiasmo demostrado al practicar la instalación, de modo que había literalmente que echar a la gente de las cuerdas al acercarse la hora de cierre de las instalaciones deportivas. Sólo por eso ya ha valido la pena. Además, nudos mal peinados aparte (ya habrá tiempo para depurar su elaboración) la mayoría de los/as asistentes ha montado sin dificultad alguna unos circuitos deportivos muy pulcros.

Las prácticas han demostrado de forma práctica algunos conceptos de seguridad que la euforia deportiva puede hacer que no se tengan presentes, como el nudo fin de cuerda que evitó que una persona se saliera de la cuerda, o la necesidad de estar concentrado y abstraerse de las distracciones cuando se instala. Hemos disfrutado de situaciones divertidas y de un ambiente de gran compañerismo, que es justo lo que todo espeleólogo quiere encontrarse cuando está bajo tierra, quien sabe si a centenares de metros por debajo de la superficie.

Como todo es mejorable, para futuros talleres anoto qué cosas fueron más pesadas y en qué cosas habría que hacer más hincapié. Y buscar la forma de prolongar las prácticas durante más horas, porque el tiempo vuela mientras se está instalando.


5. Y AHORA, ¿QUÉ?

Aunque la técnica espeleológica, una vez depurada y bien aprendida, no suele olvidarse, no sucede lo mismo con la práctica de la instalación, bien sea en espeleódromo o en cavidad. Es sorprendente la rapidez con la que se olvida cómo se elabora un nudo, o se pierde la destreza al montar una instalación.


Con el fin de mejorar la técnica, quienes se hayan sentido cómodos instalando y deseen avanzar en su formación deberían establecer un calendario de entrenamientos, reservando al menos un día a la semana para visitar el espeleódromo. Aquellos que tengan un mayor interés y una técnica más limpia pueden solicitar a los compañeros/as más experimentados/as que les lleven un día a instalar en roca (por ejemplo, la zona del Naranjito, en Pinares de San Antón, es magnífica para practicar instalación de espeleo), de modo que puedan comprobar lo diferente que es la progresión por roca real, donde la gravedad y el roce juegan un rol muy importante. Cabe indicar que nunca es recomendable acudir al entorno natural sin compañía, y menos si se está iniciando uno/a en la instalación. Tras varias prácticas en roca, sin descuidar nunca las prácticas en espeleódromo, se estará en situación de instalar una cavidad real, de nuevo de la mano de alguien experimentado. Pero ahí no pueden acudir grupos de ocho o diez instaladores a la vez. Las cavidades de iniciación son pequeñas y la persona que supervise no puede hacerse cargo de tanta gente; no es comparable a la seguridad y visibilidad del espeleódromo. Lo ideal es buscar, por tanto, a alguien de confianza que se haga cargo de dos o tres instaladores. Y el día de mañana, cuando instaléis perfectamente, recordad que alguien os enseñó de forma altruista, y que es de ley corresponder dedicando tiempo a las nuevas generaciones que también querrán aprender. Y cuando yo esté viejo, ¡¡¡llevadme de cuevas!!! :) :) :)
 

Para quienes deseen una formación más técnica, una opción es formar un grupo de al menos 5 personas y contactar con la FAE o con algún técnico/a (en el espeleódromo os encontraréis a veces con Curro y Sandra, o con Francisco, el presidente de Tritones) y preguntarles cómo hacer para que os impartan un curso (oficial y con titulación FAE) de instalación. Periódicamente la FAE los imparte, pero son costosos por desarrollarse en Villaluenga, y probablemente desde Tritones o contactando directamente con los técnicos FAE podáis recibir un curso tanto o más interesante, adaptado al horario del grupo y con un precio más competitivo. También podéis preguntar al presidente de nuestro club, o al secretario, si es posible contratar a un técnico desde el club para que os imparta ese curso.

Sea como sea, primero hay que practicar lo aprendido, depurar la técnica, tanto de progresión como de instalación, equiparse adecuadamente (cuerda, mosquetones, chapas spit y parabolt, maza, buril, spits, cintas, cordinos, llave de instalación del 13/17,…) y luego, tras un periodo de prácticas prudente, buscar esa formación extra, con el fin de sacarle el máximo partido.

Espero que hayáis disfrutado; yo me lo he pasado muy bien. Gracias a todos y todas.




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GRACIAS