La tarde se presenta calurosa, las alertas meteorológicas por calor empezaron a dar tintes de veracidad y al llegar al punto donde había que dejar los coches la “bofetada” era tremenda. Significar que dicha zona es pequeña y solo dos coches entran de modo que no entorpecen el acceso a las fincas colindantes.
Tras coger los bártulos, Paco Doña, Nacho AP, Israel, Sandra y un servidor comenzamos a tomar el carril de acceso a la cabecera del barranco seco. El carril es muy cómodo y en momento alguno pasas por las fincas privadas. Pensaba que el desarrollo por el cauce seco iba a encontrarse lleno de exceso de zarzas y vegetación frondosa que nos hiciera más tortuosa la marcha por el barranco, pero resultó algo cómoda y a pesar del calor inicial y a la orientación del cañón, el trascurso no resultó en modo alguno caluroso.
Pese a que se trata de un barranco seco, todos coincidimos que el entorno y los rápeles fueron de nuestro agrado.
Una vez finalizado tomamos el sendero que conduce al carril que tras una hora de reloj nos lleva al aparcamiento, donde tras hidratarnos como nos merecíamos tomamos camino de regreso, esperando a que se repitan estas experiencias tan maravillosas que nos brinda este deporte. Muchas gracias a todos.
Salida y crónica de MAPR
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