Sima PR-9
21.3.2019
Divertida visita a la sima PR-9, cercana a Ventas de Zafarraya.
Aunque de profundidad similar a la cercana PR-2, tanto su instalación como la progresión poco tienen que ver la una con la otra. La PR-9 es más compleja y delicada de instalar y progresar, con algún volado un poco más técnico y con unos destrepes y escaladas algo expuestos y que hay que ejecutar con precaución.
El grupo estaba hoy formado por Paco Doña, Pajarito (Paloma), María Ruano, Carmen Pedresqui, Antuán y yo mismo.
Tras quedar en el Palo, nos fuimos en un par de coches hasta la cavidad. En esta ocasión la instalé yo y la desmontó Paco. La progresión fue rápida. Para Carmen y antuán era su primer visita, así que disfrutaron de la progresión y de las preciosas formaciones que acompañan al descenso y, sobre todo, en la parte inferior de la sima. Para Carmen era, además, su primera sima "real", sin contar la de su curso de iniciación. Y se portó como una auténtica campeona, superando todos los obstáculos sin ningún problema. La única pena fue que no hubiera un poco más de barro para quitarle el brillo a su flamante equipo tpv recién estrenado :) :) :).
En el rato que duró la visita se subió a un mosquetón este pequeño caracol. |
Terminada la sima y retornados a los coches con algo de frío, tras cambiarnos allí mismo nos quedamos tomando algo (menos mal que María está ahí para darnos de comer ;) ).
Al salir de la pista de tierra, ya tarde, Paloma rozó con la rueda alguna piedra que hizo que pinchara. Pensábamos que era un pinchazo pequeño y tratamos de repararlo con el kit anti pinchazos del vehículo, pero la raja era más importante de lo que nos pareció en un primer momento y el cacharro fue incapaz de llenar la rueda a media presión, escapándose el aire, por lo que tuvimos que llamar a la grúa y esperar a que vinieran ella y el taxi. Al día siguiente, afortunadamente, el vehículo tenía ya una rueda nueva colocada y Paloma pudo recuperarlo plenamente operativo.
Al salir de la pista de tierra, ya tarde, Paloma rozó con la rueda alguna piedra que hizo que pinchara. Pensábamos que era un pinchazo pequeño y tratamos de repararlo con el kit anti pinchazos del vehículo, pero la raja era más importante de lo que nos pareció en un primer momento y el cacharro fue incapaz de llenar la rueda a media presión, escapándose el aire, por lo que tuvimos que llamar a la grúa y esperar a que vinieran ella y el taxi. Al día siguiente, afortunadamente, el vehículo tenía ya una rueda nueva colocada y Paloma pudo recuperarlo plenamente operativo.
Excepto por el pinchazo, que hizo que se retrasara un poco el retorno a casa, la visita fue estupenda, con todos disfrutando mucho de la cavidad y de la compañía. ¡Bravo!
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