Pico Mulhacen
Con esta visita completamos el reto "8 picos" del Grupo de Montaña de Málaga. Nuestras anteriores visitas nos llevaron a la Maroma, el Chullo, Bonales (y Tentudía), Terril, Torreón, Tiñosa y Mágina. Con el Mulhacén se termina nuestra gira por la montaña más alta de cada provincia, un broche de oro no tanto por la belleza o dificultad de la ruta como por ser el pico de mayor altitud de los visitados, y el más alto de la Península Ibérica.
El grupo estaba formado por Paco Doña, Marco Antonio Perez Rebollo, Ozelui Garcia Martin, Santi Asensio, Alex y yo mismo.
Paco, Marco, Santi y yo nos fuimos desde Málaga juntos en el coche de Marco, dado que luego íbamos los 4 a Barrank-ellas. Como Karen no pudo conseguir el día libre en esta ocasión mi pareja de ascenso ha sido mi hijo Santi.
Como era imposible pernoctar para hacer la ruta larga, dada la complejidad de cuadrar horarios laborales y la celebración de Barrank-ellas el fin de semana, nos fuimos a Capileira y tomamos allí el autobús que te deja a unos 8 kilómetros (algo menos) de la cima.
El ascenso fue muy fluido y a muy buen ritmo, llegando a la cumbre en apenas dos horas.
Tras las fotos de rigor y tras deleitarnos con las vistas, comimos allí un bocadillo e iniciamos el retorno. Aunque se planteó la posibilidad de visitar Siete Lagunas, como no teníamos muy claro que nos diese tiempo a retornar antes de la hora para coger el bus de regreso, ni tiempo luego para hacer el recorrido de regreso a pie, finalmente sólo Oze se fue hasta allí.
Una vez en el autobús primero, y luego en el coche, nos marchamos directos a Órgiva, llegando justo a tiempo para el acto de apertura del encuentro de Mujeres Barranqueras: Barrank-ellas 2018.
Ha sido un ascenso magnífico, y aunque eché de menos a mi pareja oficial en esta competición, Karen Huonder, pude disfrutar de la compañía de mi Santi, que está hecho un bicho en todas las disciplinas de montaña que ha probado: senderismo, alta montaña, espeleología, descenso de cañones, ferratas... El futuro son estos jóvenes. Y no puedo dejar de dar las gracias a Paco y Marco por habernos animado a apuntarnos a este reto y por habernos guiado en todas las rutas de forma diligente pero sumamente entretenida. Con compañeros y amigos así se disfruta muchísimo de la montaña, y el cansancio no hace mella en el espíritu deportivo. Por lo que sé, Paco y Marco han sido los ganadores de esta competición, y Karen y yo segundos, gracias también a Santi y Oze, que han sustituido a Karen en dos visitas que no pudo realizar y en una en que una indisposición no le permitió concluir. ¡Bravo!
El grupo estaba formado por Paco Doña, Marco Antonio Perez Rebollo, Ozelui Garcia Martin, Santi Asensio, Alex y yo mismo.
Paco, Marco, Santi y yo nos fuimos desde Málaga juntos en el coche de Marco, dado que luego íbamos los 4 a Barrank-ellas. Como Karen no pudo conseguir el día libre en esta ocasión mi pareja de ascenso ha sido mi hijo Santi.
Como era imposible pernoctar para hacer la ruta larga, dada la complejidad de cuadrar horarios laborales y la celebración de Barrank-ellas el fin de semana, nos fuimos a Capileira y tomamos allí el autobús que te deja a unos 8 kilómetros (algo menos) de la cima.
El ascenso fue muy fluido y a muy buen ritmo, llegando a la cumbre en apenas dos horas.
Tras las fotos de rigor y tras deleitarnos con las vistas, comimos allí un bocadillo e iniciamos el retorno. Aunque se planteó la posibilidad de visitar Siete Lagunas, como no teníamos muy claro que nos diese tiempo a retornar antes de la hora para coger el bus de regreso, ni tiempo luego para hacer el recorrido de regreso a pie, finalmente sólo Oze se fue hasta allí.
Una vez en el autobús primero, y luego en el coche, nos marchamos directos a Órgiva, llegando justo a tiempo para el acto de apertura del encuentro de Mujeres Barranqueras: Barrank-ellas 2018.
Ha sido un ascenso magnífico, y aunque eché de menos a mi pareja oficial en esta competición, Karen Huonder, pude disfrutar de la compañía de mi Santi, que está hecho un bicho en todas las disciplinas de montaña que ha probado: senderismo, alta montaña, espeleología, descenso de cañones, ferratas... El futuro son estos jóvenes. Y no puedo dejar de dar las gracias a Paco y Marco por habernos animado a apuntarnos a este reto y por habernos guiado en todas las rutas de forma diligente pero sumamente entretenida. Con compañeros y amigos así se disfruta muchísimo de la montaña, y el cansancio no hace mella en el espíritu deportivo. Por lo que sé, Paco y Marco han sido los ganadores de esta competición, y Karen y yo segundos, gracias también a Santi y Oze, que han sustituido a Karen en dos visitas que no pudo realizar y en una en que una indisposición no le permitió concluir. ¡Bravo!
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