Entramos un poco tarde esperando a María GPS que se perdió un poquillo y le dio la vuelta a media España, así que entramos con una hora de retraso sobre la hora prevista.
El carril de acceso no está tan bien como se quisiera. No sabemos otros coches pero el de Marco roza. Tuvimos que abandonar el barco para irnos con el pollero para que lograra subir.
Después de este handicap nos disponemos a entrar en la sima con todo el equipo completo. Empieza la sima montando Paco, pero la incógnita estaba con Marco, que iba segundo. ¿Pasará o no pasará? Ya se quedó una vez que se retiró con solo mirar el hueco estrecho... y esta vez llevaba más peso (una cámara nueva).
Definitivamente... ¡pasó! Ahora a ver cómo sale, jeje. Una vez abajo nos disponemos a ver las bonitas salas que hay en la sima y aprovechamos para hacer el reportaje fotográfico oportuno, sobre todo para aquellos que no la conocían, que era más de la mitad del grupo.
Monda nunca defrauda.
Convocatoria y crónica: Desiré Frías
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